La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) celebra las medidas formativas incluidas en la nueva directiva europea sobre el permiso de conducir, aunque muestra preocupación por algunos aspectos ligados al acceso a los permisos profesionales. La entidad insiste en la formación de calidad como eje de la seguridad vial y plantea que la transposición en España debe centrarse en la excelencia formativa.
En esa línea, CNAE propone incorporar contenidos teóricos y prácticos obligatorios sobre percepción del peligro, riesgos asociados a la movilidad, seguridad de vehículos con combustibles alternativos y manejo de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS). En palabras recogidas en la noticia, se subraya la importancia de que los conductores desarrollen una concienciación plena de los riesgos y comprendan las nuevas dinámicas de la movilidad.
Sobre medidas concretas, CNAE respalda la conducción acompañada vinculada al permiso B: que jóvenes de 17 años puedan obtener el permiso y conducir acompañados por un conductor experimentado hasta cumplir los 18 años. La Confederación considera que este modelo, al aumentar la experiencia práctica bajo supervisión, podría ayudar a reducir la siniestralidad.
En cambio, manifiesta su desacuerdo total con la obtención directa de los permisos C+E y D+E sin el paso intermedio por los permisos C y D, argumentando que los vehículos de grandes dimensiones con remolque implican complejidad de manejo y una responsabilidad significativa. También indica que la directiva posibilitaría el salto desde un permiso de turismo a vehículos de gran tonelaje sin la progresividad contemplada en el considerando 24.
La noticia recoge además la posible supresión del Código 78, que hasta ahora obligaba a un segundo examen práctico para conducir vehículos manuales tras obtener el permiso en automático. La directiva plantea sustituir ese examen por una formación obligatoria mínima de al menos 7 horas prácticas con vehículo manual para eliminar la restricción. CNAE entiende la propuesta por su alineación con la evolución tecnológica del parque (vehículos eléctricos e híbridos, mayoritariamente automáticos) y apunta que la medida ayudaría a adquirir destrezas para manejar ambos tipos de transmisión con seguridad.
Por último, CNAE valora positivamente incluir una formación específica para conductores noveles, citando el caso de Austria y señalando que, desde su implementación, se han reducido un tercio los siniestros viales. La directiva contempla además medidas para reducir la conducción bajo los efectos de las drogas entre este colectivo. CNAE concluye que la directiva abre una senda positiva, pero pide mantener niveles de exigencia en la transposición para salvaguardar la seguridad vial.